Un cuadro de colores intensos, donde dominan el blanco y el rojo en un contraste del que nacen manchas de color sobre tonalidades de amarillo, verde y gris.
Los colores adquieren una consistencia casi tridimensional y una luminosidad incomparable gracias a la técnica de la pintura sobre plexiglás, fruto de la experimentación de los creativos de ADM que han interpretado en clave moderna la técnica de la pintura bajo vidrio, utilizada principalmente por los pintores del movimiento naif yugoslavo en el siglo pasado precisamente por estas características. Ya equipado con un marco de poliuretano blanco, el cuadro se envía listo para colgar en la pared.
Con la obra recibirá el exclusivo certificado de artesanía que caracteriza a todos los productos de ADM.