¿El destino ya está escrito o depende de la suerte? El hombre protagonista de esta pequeña escultura de bronce mira al frente, como si quisiera averiguar lo que le espera, pero su cuerpo está recubierto con los palos de la baraja y, para ganar a las cartas se necesita, además de habilidad, también un buena dosis de suerte. Destino y casualidad se entrelazan en esta escultura moderna de bronce patinado, de serie limitada y numerada firmada por el artista.