Esta pintura representa un tema abstracto en tonos muy intensos. Podemos distinguir una esfera amarilla colocada al fondo (completamente blanco), exactamente en el centro de la composición. Pero esta solo es visible parcialmente, ya que está atravesada por distintas ondas de diferentes colores. En primer lugar distinguimos una presencia dominante de rojo, la pincelada empieza en la esquina superior izquierda del cuadro, pasa por el centro y se abre paso a mitad del lado derecho. De esta salen otras ramificaciones de color. El más evidente un rosa que tiende a violeta, una tira de verde, toques de celeste más bien pastosos y en relieve, y de nuevo pinceladas de amarillo que terminan mezclándose con el rojo en distintos matices de naranja. Por último encontramos dos pinceladas gruesas de negro.
una onda de color que no abraza pero aprieta. El resultado es un cuadro donde los colores se tratan sin medias tintas y en el que se distinguen las diferentes pinceladas dadas al cuadro. Además, en las fotos de la galería se puede ver este cuadro combinado con la decoración de un salón en tonos neutros de blanco y gris, con los que crea un agradable contraste cromático.