La escultura de pared está formada por hojas de metal de siete puntas que evocan los colores cálidos del otoño. La estructura del cuadro está formada por finos tallos de metal a los que se adhieren las hojas. En su conjunto, la composición está repleta de hojas rojas con matices amarillos.
Gracias al espesor de unos 11 cm, la composición parece muy realista e ideal para llenar paredes con poco color, aportando al ambiente una atmósfera romántica, casi evocadora . Las hojas se muestran abiertas para dejar que emerjan los cálidos tonos otoñales que las caracterizan.
El cuadro se puede colgar en la pared como se desee, en la posición que más encaje con sus gustos personales y se vende acompañado del certificado de artesanía que acredita su increíble valor artístico.