La personalidad de todo ser humano tiene infinitos matices. Es difícil encontrar una personalidad uniforme para un individuo, y esta cabeza surrealista representa a la perfección la condición humana, reproduciendo un rostro que se rompe exactamente en el centro. La estatua moderna es de bronce patinado con base de mármol. Recordamos que es una serie limitada y numerada firmada por el artista.