Una cabeza surrealista en la que la precisión de los rasgos del rostro contrasta con la parte superior de la cabeza, de la que parte una larga espiral que deconstruye la forma creando un efecto de extrañeza. La obra cambia según el punto de observación y, vista desde atrás, el tema es apenas irreconocible, mientras que la escultura parece más bien abstracta. La escultura está realizada con bronce patinado con base de mármol, en serie limitada y numerada firmada por el artista.