Esta pintura contiene un pequeño oxímoron, ya que en ella se representa una composición floral de flores blancas, floreciendo como si fuera primavera. Pero a su alrededor, sin embargo, hay un aire gris, límpido, como si estuviéramos en invierno, con algunas salpicaduras de color blanco dispersas que crean casi un efecto de nieve. Podría tratarse de polen, podrían ser jazmines de invierno, o simplemente una abstracción voluntaria del artista, Paolo Rossini, que plasma en este cuadro una delicada combinación de tonos pálidos, que crean una imagen muy potente.
El bastidor estético de madera también cubre los lados del lienzo por lo que el cuadro está listo para colgarlo y mide: 75 cm de alto por 150 cm de ancho. Además de ser un cuadro precioso, también es un objeto de decoración que aportará carácter a su hogar. En las fotografías de la galería hemos colocado el cuadro en una pared de un color azul muy intenso, en una sala de estar con un sofá gris, mostrando cómo el lienzo combina muy bien con tonos igualmente claros o creando un agradable contraste con colores más fuertes. Por último, no podemos olvidar el toque delicado de naranja en toda la composición, que aunque sea poco intenso, aporta un toque de calidez y romanticismo a toda la obra.