En ocasiones el arte aporta sensaciones no solo relacionadas con el placer de admirar algo hermoso, sino que también puede inspirar sentimientos de superación y alimentar la motivación de los espectadores. Es el caso de Redención, una obra que ya con el nombre declara sus intenciones. Es la figura de un hombre arrodillado, las piernas están en una posición ligeramente deformada que hace pensar en una caída. Pero el hombre está a punto de levantarse, el brazo derecho sostiene un puño hacia el suelo, el izquierdo hace lo mismo y la pierna derecha ayuda en el impulso aportando movimiento a toda la acción.
Lo más llamativo de esta escultura es el orgullo y la mirada tan fija del protagonista. Esta parece mirar al problema que acaba de derrumbarle, pero esta vez sin sobrecogimiento. Su mirada decidida hace presagiar que esta es el oportunidad ideal para poder hacer frente y derrotar a sus problemas. Esta obra mide 24 cm de alto, 23 cm de ancho y 18 cm de grosor. Se ha realizado totalmente a mano con resina y se acompaña de su certificado de artesanía.