La escultura de pared es de resina y representa una cabeza de león de color blanco tiza con detalles decorados en dorado. El león luce una melena espesa y dinámica y está representado con la boca abierta. Los largos y afilados caninos del león están decorados en color oro, detalle que embellece el conjunto de la obra.
La escultura es muy realista, hasta el punto de que el león parece poder rugir en cualquier momento. Gracias al cuidado extremo de los detalles, la obra aporta un toque de exclusividad e imponencia a las paredes, haciendo que cada ambiente sea exclusivo. Acompaña la obra el certificado de artesanía de la escultura de resina.
El trabajo artesano manual de la obra se aprecia en los detalles de la cabeza del león, que están meticulosa y cuidadosamente plasmados. También por esta razón, la obra es única, irrepetible y de gran valor artístico.