Sugerente e innovadora, esta escultura de tema abstracto es fruto del trabajo artesanal atestiguado por el certificado de artesanía que acompaña la obra. La parte más importante de la escultura son los elementos de forma tubular que se entrecruzan en una especie de movimiento perpetuo que no tiene ni principio ni fin, recordando el principio de las conocidas escaleras de Escher.
La escultura aparece dinámica, innovadora y, en cierto sentido, casi viva. La obra está hecha a mano con resina decorada con efecto espejo, descansa sobre una base de mármol negro y es muy elegante y creativa. El tema, que parece casi roto e interrumpido en algunos puntos, es en realidad continuo, sin interrupciones entre el principio y el final.
Los volúmenes y las formas son redondeadas y suaves, las líneas son sinuosas y la resina con efecto espejo elegida por el artista aporta más valor a toda la escultura. La obra es un complemento de decoración elegante y de diseño para ambientes modernos que necesitan un toque de originalidad.