Esta escultura clásica de bronce patinado sobre base de mármol representa a una joven jugadora de golf que acaba de realizar un swing. Prueba de ello es el palo que la joven mantiene levantado con el pie girado hacia adentro. La silueta, esbelta y delicada, combina la belleza del gesto técnico con la gracia de la figura femenina retratada.