Hay vestidos y vestidos y el que se representa en este cuadro sin duda no pasa desapercibido. Se trata de un gran vestido rojo que lleva puesto una mujer de delicada figura. La delicada silueta de este personaje contrasta con la opulencia del vestido que lleva puesto, un auténtico voladizo que ocupa casi la mitad de este lienzo con forma cuadrada. El vestido está pintado con generosas pinceladas de rojo intercaladas solo por algún toque ligero de violeta y blanco. En la parte inferior del vestido se puede apreciar un patrón gris oscuro que recuerda el resto del fondo de color gris claro.
Pero otra peculiaridad es que en este vestido hay posadas mariposas de alas amarillas y naranjas. No está claro si están vivas o se trata simplemente del estampado de un vestido extravagante, pero una de ellas está volando justo delante del rostro de la joven. La figura de ella es estilizada : del rostro solo vemos un óvalo, del cabello solo tres pinceladas de negro, pero eso nos basta para captar cierta juventud, una belleza ligera. Además de estos elementos podemos apreciar los adornos del fondo: palabras y números en relieve. No está claro su significado, solo que alimentan un curioso misterio.