¿Cuánto mide el Universo? ¿Alguna vez llegaremos a explorarlo por completo? ¿Estamos solos en este inmenso mundo? Estas son algunas de las preguntas que podrían inspirar la mirada poética de esta obra, una escultura de pared realizada íntegramente con metal que representa una visión bastante estilizada del Universo. La mirada no puede evitar desplazarse en primer lugar hacia el centro, donde empieza toda la acción, esta gran esfera negra con distintos reflejos ambarinos, quizás un agujero negro o un planeta distante compuesto solo por una gran masa mineral y oscura. Se irradian desde este centro, o se acercan a él (depende), muchos rayos compuestos por alambres de hierro de diferentes tamaños al final de los cuales se encuentran distintas esferas de diferentes tamaños que tienen como colores el bronce, el plata y el oro.
< p>Esta obra nos recuerda, al margen de su abstracción, los conceptos astronómicos sobre la fuerza de la gravedad que ejercen los cuerpos celestes de mayor masa hacia otros cuerpos celestes que inevitablemente son atraídos por esa masa. Aquí no hay órbitas, sino solo una gran fuerza centrípeta que se activa hacia la gran masa oscura. Sin duda fascinante como concepto básico, pero también hablamos de un objeto de diseño hermoso y cautivador, con una historia que contar y muchas ganas de hacer que brille la luz.