En esta escultura de pared realizada íntegramente con metal encontramos como protagonista a la hoja de loto, una de las especies vegetales más especiales del ecosistema terrestre. ¿Sabía, por ejemplo, que la hoja de loto es el símbolo de la pureza en la cultura oriental? Por supuesto, ya que la hoja de loto nunca se ensucia. Sin embargo, crece exuberante en humedales y pantanos, donde el agua estancada y el barro podrían reducir esta planta a una mera masa marrón, pero la hoja de loto siempre está reluciente y limpia. Su secreto son las nanomoléculas de cera que recubren toda la planta, esto permite crear alrededor de ellas una tensión superficial tan intensa que hace resbalar las gotas de agua y con ellas todas las impurezas.
Esta hoja tan especial es la protagonista de esta composición. Está formada por once hojas : tres de color oro, cuatro azules, dos plateadas y dos negras. Pero hay que destacar que cada hoja presenta rayas de color oro, para aportar una sensación de opulencia a toda la obra. Todas las hojas, realizadas con lámina de metal, están fijadas entre sí mediante soldadura, proceso que se realiza íntegramente a mano. Como prueba de ello, junto con la obra se entrega un certificado de artesanía que acredita su proceso de creación artesanal.