Cuadro de metal realizado totalmente a mano con técnicas artesanales. La protagonista de esta obra es la ciudad, o más bien su skyline que aquí se ha representado en un estilo realista e industrial. Cada edificio se ha construido con una lámina de metal, los colores van del bronce al latón con algunas incursiones de color rojo oscuro. Las siluetas parecen ásperas, alejadas del concepto de líneas limpias de los rascacielos modernos. Basta con observar las ventanas que se han representado con agujeros toscamente hechos, en lugar de verdaderas ventanas y aberturas.
Lo que vemos es la idea de una ciudad industrial, con su grano grueso, un entorno fascinante que tiene su propia connotación bien precisa. Junto al sentimiento que despierta la metrópoli también encontramos la idea de ciudad como algo en permanente construcción que transmite el marco sobre el que descansan las láminas de los edificios. Este marco representa andamios estilizados, en ocasiones grúas de carga trabajando incansablemente en la ampliación del gigante de metal.
Esta escultura de pared, por su tamaño y forma, puede decorar una pared simplemente con su presencia. Los colores que la componen hacen que sea muy versátil para combinarla con la decoración, aunque los tonos más oscuros son definitivamente los más adecuados para contrastar.