Presentamos un cuadro abstracto realizado por el artista Edgar Ramirez. Se trata de un acrílico sobre lienzo con aplicaciones metálicas, una obra matérica montada sobre un bastidor estético de madera. El tema es totalmente abstracto, el artista se ha expresado a través de una base gris uniforme sobre la que se han aplicado las primeras pinceladas de naranja, negro y gris, difuminadas entre sí en diferentes grados de pincelada a pincelada. Estas pinceladas rectas, casi geométricas, son a su vez el fondo para manchas de color más densas y pastosas. Distinguimos perfectamente el rojo intenso que aparece como color dominante respecto al naranja más apagado, que dialoga con el negro y el gris.
En el centro de la composición vemos una lámina de metal, una especie de mancha oblonga, un residuo industrial de acero. La mancha es brillante, como si hubiera sido lijada a las bravas, toscamente, de hecho se aprecian los distintos procesos de la limadura. No obstante, la mancha de metal es brillante y parece una especie de lago, una cuarta pared en la que espiar un mundo nuevo, quizás más tranquilo, blanco, sin duda diferente al clima cálido y agitado que expresan las pinceladas rojas.